Todos lo sabemos, todos lo hemos vivido, un día estás tan contenta… tan feliz que comienzas a planear cosas, a pensar que al día siguiente cuando lo veas, lo harás, le darás un gran abrazo aunque a él no le guste, sabes perfectamente que a él le encantaría, porque lo conoces, hasta que llegas y lo ves. Entonces te tiembla el cuerpo, te tragas tus palabras ya que te sientes más inútil que la “p” de psicologo, piensas que una sola palabra o una de esas tonterias tuyas puede acabar con todo y te haces pequeñita.
Pero en realidad a él le encantaría que dijeras una palabra inútil, que la cagaras,lo necesita, sin eso el no es nada.
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